En este mes de agosto les invito a hacer la Lectio Divina con el Evangelio de Juan 1. 9-14. San Gregorio Magno dice que Lectio Divina es el ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura, individual o comunitaria, para ‘conocer el corazón de Dios a través de las palabras de Dios’.
Les invito a hacer este ejercicio:
1. Preparar el ambiente externo (ambón o altar familiar, Biblia...) y espiritual (“sentarse”, “corazón limpio” ...).
2. Invocar el don del Espíritu Santo
3. Lectura: Proclamar el texto, dando importancia también al silencio. Leer el pasaje personalmente para marcarlo con un signo de interrogación, cuando no se comprende, o subrayarlo, cuando se considera que se trata del mensaje central de la lectura. Leer:
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios (…) La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Palabra del Señor.
4. Contar qué dice el texto. Luego que me dice. Finalmente, qué le digo o cómo responderé a la Palabra.
5. Si nos ayuda podemos leer:
Monseñor Heße recordaba en un mensaje del primer domingo de navidad 2020, la frase ‘no me gustaría estar en tu piel’; que le solemos decir a alguien que está pasando por un momento difícil. El obispo reflexionaba, a partir de estar en la piel del otro, sobre este misterio de Dios que se hizo hombre diciendo:
Juan medita sobre el acontecimiento de la Navidad en su evangelio. No habla de la Sagrada Familia, de los pastores o de los reyes. El evangelista Juan llega al corazón de la Navidad cuando dice: El Verbo se hizo carne. Eso incluye: ¡El Verbo se ha hecho uno de nosotros, de la cabeza a los pies! (Como solemos decir). Emmanuel, el nombre de Dios, no significa otra cosa: Dios no está solo entre nosotros, sino completamente con nosotros, uno de nosotros: ¡de la cabeza a los pies! La Navidad se mete debajo de nuestra piel... La Navidad se mete debajo de nuestra piel, porque Dios se mete debajo de nuestra piel, debajo de la piel de un ser humano real como tú y como yo. La Navidad me dice que: Dios se mete en la piel de todos…
6. Hacemos oraciones de agradecimiento o de pedido a Dios.
7. Finalizamos rezando Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Deseo que podamos aprovechar estos momentos de oración con la Palabra de Dios.
¡Dios los bendiga siempre!
P. Oscar
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