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Foto del escritorEvelyn Lostarnau

Lectio Divina Junio 2022





En este mes de junio les invito a hacer una Lectio Divina con el Evangelio de Lucas 9, 7-9.

San Gregorio Magno dice que Lectio Divina es el ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura, individual o comunitaria, para ‘conocer el corazón de Dios a través de las palabras de Dios’.

Les invito a hacer este ejercicio:

1. Preparar el ambiente externo (ambón o altar familiar, Biblia...) y espiritual (“sentarse”, “corazón limpio” ...).


2. Invocar el don del Espíritu Santo


3. Lectura: Proclamar el texto, dando importancia también al silencio. Leer el pasaje personalmente para marcarlo con un signo de interrogación, cuando no se comprende, o subrayarlo, cuando se considera que se trata del mensaje central de la lectura. Leer:

"El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: ‘Es Juan, que ha resucitado’. Otros decían: ‘Es Elías, que se ha aparecido’, y otros: ‘Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado’. Pero Herodes decía: ‘A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?’. Y trataba de verlo."

Palabra del Señor.


4. Contar qué dice el texto. Luego qué me dice. Finalmente, qué le digo o cómo responderé a la Palabra.

Si nos ayuda podemos leer:

Monseñor Heße en un mensaje del 26 de septiembre del 2019 en Fulda, decía sobre mirar y convivir:

Herodes nos presenta algunas cosas. Primero: quiere ver a Jesús. ¿Pero qué o a quién quiere ver? ¿Se trata de la forma exterior o de esos signos, de algo llamativo, de algo espectacular? Si quiero ver a Jesús y creo que ese deseo está dentro de nosotros, ¿quiero ver a alguien o prefiero ver algo? ¿Quiero ver a una persona o algo de y hacia ella? Segundo: querer ver a una persona, nunca puede significar mirar a un objeto. Por eso no se llega a conocer a una persona por más cerca que esté. Necesita una mirada profunda. Se necesita una relación íntima con una persona para reconocerla, para desvelar un poco su secreto personal. Por lo tanto, de nada sirve ver a Jesús desde afuera, su figura, su altura, sus cabellos, sus manos y mucho más. Para conocer realmente a Jesús, sólo puede haber una cosa: acompañarlo, caminar con Él, estar con Él. Cuando los discípulos quieren conocer a Jesús y quieren saber dónde vive, sólo les da la respuesta: Venid y ved. Es decir, venid, id y entonces veréis algo. Por lo tanto, el discipulado está en el camino, y es revelador que el Evangelio de Lucas está escrito como un relato de viaje, como una historia de viaje. Jesús está en camino y otros se unen a él y así lo reconocen.


5. Hacemos oraciones de agradecimiento o de pedido a Dios.


6. Finalizamos rezando Padre Nuestro, Ave María y Gloria.


Deseo que podamos aprovechar estos momentos de oración con la Palabra de Dios.

Dios los bendiga siempre!

P. Oscar

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